En un giro inesperado de los acontecimientos, el nadador mexicano Miguel de Lara ha recibido una segunda oportunidad para avanzar en los Juegos Olímpicos. Esta tarde se anunció que el neerlandés Arno Kamminga se retiraba de la competencia debido a una lesión, lo que automáticamente clasifica a de Lara a las semifinales de la prueba de 200 metros en nado.
Este hecho no solo es significativo por la oportunidad que representa para de Lara, sino también porque marca un momento memorable en la historia de la natación mexicana. Será la primera vez desde los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 que un nadador nacional estará presente en las semifinales. En aquella ocasión, Juan José Veloz hizo historia al alcanzar esta etapa en la misma prueba.
La descalificación de de Lara en la ronda anterior, debido a una patada ilegal, parecía haber puesto fin a sus aspiraciones olímpicas. Sin embargo, el inesperado retiro de Kamminga le ha brindado una segunda oportunidad de demostrar su talento y potencial en el escenario más grande del deporte.
La comunidad deportiva mexicana celebra este acontecimiento con entusiasmo, gracias a que de Lara a puesto ha vuelto a poner a México en su punto más alto, desde el 2004 cuando se vio una hazaña similar con Juan José Veloz en Atenas.
Con su determinación y habilidad, de Lara tiene la oportunidad de escribir su propio capítulo en la historia de la natación mexicana y de inspirar a futuras generaciones de atletas nacionales.